Pasando el río se
puede tomar dos rutas el camino de herradura o se bordea la quebrada de Caypán,
ambas tienen bastante pendiente, pero cada uno nos regala diferentes emociones.
En le camino se
puede ir buscando fósiles marinos, que han quedado en la parte superior de la
cordillera luego de la formación del macizo andino.
Huayanay es
visitada por mucha gente primero por sus cascadas, es emocionante desde el
ingreso de un cuartel de madera rústica
nos da la bienvenida, para luego bajar un sendero empedrado con barandas a los
costados, en algunas esquinas se han construido unas bancas de madera para el
descanso. Un sonido nos alerta que
estamos próximo a la
caída de agua algunas veces es solo eso la caída de agua y
otras son los huayaneros, unas aves de
color negro de cabeza blanca las que nos dan la bienvenida, ellas vuelan
alrededor de los helechos y otros arbustos que han crecido al costado de la
cascada.
Mucha gente
atribuye la llegada de la lluvia cuando los huayaneros cantan con mucha
frecuencia.
Frente a la caída
del agua han construido un mirador, desde donde podemos perennizar nuestros
recuerdos de una manera instantánea.
Para bajar a la
siguiente catarata se puede ir siguiendo el curso de las aguas o hacerlo más
emocionante, subir por la margen derecha debajo de las raíces de un viejo
higuerón. La segunda cascada es más pequeña, pero al igual de bonita, por lo
que la fuerza mística de la caída de estas aguas atrae a muchos visitantes.
La visita a Huayanay
no es solo por las cascadas, sino, por todo su circuito agroecoturístico que
comprende los pobladores de Huayanay, Huamaní y Juquit, los que se encuentran
ubicados en la microcuenca de Shitamalca del Distrito de Pedro Galvez.
Este circuito
comprende una caminata aproximado de dos horas, los anfitriones son las
familias de agricultores de la zona que han sido capacitados para realizar el
guiado y de compartir sus usos y costumbres, sus cuentos y leyendas, además es
impresionante caminar por los caminos incas o por los caminos de herradura que
usan los pobladores todos los días para realizar sus trabajos.
En algunas épocas
especiales se puede participar de las actividades agrícolas y artesanales y por
qué no también formar parte del arte la comunidad recordando viejos tiempos con
las canciones de la zona.
Lo que sorprende
en la entrada a Huayanay es una planta de olivo, además la belleza de su
capilla donde se encuentra la Virgen de la Natividad, en homenaje a ella
celebran su fiesta patronal el 8 de setiembre de cada año.
Estar en San
Marcos o en Huayobamba de visita, un recorrido obligatorio es a Huayanay y su
circuito agroecoturístico.
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